lunes, 8 de febrero de 2016

Loco





Sí,estaba un poco loco, para qué negarlo. El mismo era consciente de ello, aunque no le importaba mucho. Loco es un término vago; un eufemismo para enmascarar esa demencial obsesión que le ataba al rectángulo oscuro de su habitación; dentro del cubo gris de su pequeña vivienda, frente al brillante plano de la pantalla.
Oh,sí. Loco de remate. Como esos locos de novela. Loco sin su sombrero de Napoleón o su camisa de fuerza,pero loco al fin.
Sobre la pared que alguna vez supo ser azul, colgaba un almanaque sucio que se había quedado estancado en el tiempo. La última hoja marcaba el mes de Abril de 2009, pero según los datos del mundo exterior, ya estábamos a mediados de Noviembre de 2010.
Loco como una mula. No había salido en todo ese tiempo. Pero eso no es lo peor. Tampoco se había aseado,bañado, lavado los dientes ,peinado o cualquier otra cosa que sirviera a los propósitos de mejorar su aspecto. ¿Para qué lo necesitaba? Si nunca salía,nadie lo visitaba tampoco.
Si hubiera tenido amigos o familia,seguramente se habrían preocupado mucho o habrían supuesto que estaba muerto.
Loco,al punto de creer que su vida dependía de un hecho virtual,impalpable e improbable.
Mas de una vez me pregunté como alguien podía caer en semejante estado de enajenación mental por cosas tan nimias.
Expliquemos un poco  como viene el asunto. Hernán trabajaba desde su propia casa, vendiendo productos de una marca multinacional en linea. Le iba bastante bien como para no tener que preocuparse por las necesidades básicas. No tenía amigos.No salía casi nada,mas que para cosas imprescindibles como hacer las compras del mes.Alguna raras ocasiones se escapaba a comprar comida hecha. Nunca se preocupó por nada,después de todo era bastante feliz con su empleo y su pasatiempo favorito:los juegos en linea.
Loco,tan loco como para gastarse medio sueldo en la adquisición de armas, casas, monturas y demás bienes que solo existían dentro de un juego,y que jamás podría tener entre sus manos.Pero bueno...esa era su única diversión. No voy a juzgarlo por eso, pero estaba loco.
Loco,como cualquier otro loco que gasta doce horas de su día dentro de un mundo virtual,de polígonos y pixeles. Pero eso le daba sentido a su vida,o en todo caso,esa era su vida.
Loco,sí.Como para olvidarse de su propia apariencia y creer que era ese personaje musculoso de rojiza cabellera que portaba una brillante armadura y que se pasaba matando ogros, hombres-lagarto y demás fauna fantástica,día y noche.
Hasta ahí estamos hablando de una locura razonable. No fue hasta que ocurrieron los hechos que voy a pasar a narrar,que su cabecita loca se trastocó del todo.
Era una noche fría de invierno; de esos días en que, hasta yo me quedaría acurrucado frente al monitor para calentarme. Se había puesto cómodo,envuelto en una gran manta,con sus medias de lana y su gorro con orejeras. Sobre el escritorio,junto a la computadora,un termo de café para mantenerse lúcido. Esa era una noche especial. Sí,señor. El evento del año. Una gran guerra entre todas las razas del continente. Huestes sedientas de sangre enfrentándose por obtener la hegemonía por medio de la fuerza bruta. Orcos, humanos, devas, enanos, silfides, vampiros, elfos. ¡Ah! Si me gustaran los juegos de video,seguramente hubiera captado la magnificencia de lo que todo eso representaba para Hernan.
Al menos en ese mundo fabuloso, tenía sus camaradas de clan. Así es que se reunieron dos horas antes del evento,dentro de su castillo, para establecer un plan de combate.
Loco. Al nivel de ponerse tan nervioso como si hubiera estado a punto de ser enviado a una guerra de verdad. Pero bueno...
A las 22:00, exactamente, sonó la alarma en todo el servidor; las puertas que llevaban al Campo de los Heroes se abrieron de par en par, y cientos, o quizás miles de soldados se lanzaron al ataque.
Sí,señor. Sonaban las espadas y escudos chocando; salpicaba la sangre y las barras de vida y magia se agotaban en un abrir y cerrar de ojos. Una verdadera carnicería en CG. (gráficos por computadora).
Fue en un rincón apartado, junto a un puente, donde un habilidoso arquero casi termina con su vida. En el instante mismo en que se creía perdido, una luz espectral descendió sobre su cabeza y sintió sus fuerzas retornar. Una maga blanca bajaba por la ladera, lanzandole hechizos de protección.
Fue una batalla que no olvidaría jamás. Y aunque su ejército no se alzó con la victoria, se sintió realmente satisfecho.
Loco estaba. Sí. Tan loco como para abandonar su clan e ir tras la hechicera en busca de nuevas aventuras. Ambos eran muy buenos en lo suyo,por lo que no tuvieron problemas en superar los calabozos mas difíciles,consiguiendo preciados tesoros que luego vendían a precio de oro...de oro virtual,claro. Con eso fueron mejorando sus equipos,comprando mejores monturas y ganándose un nombre respetable dentro de la comunidad. Muy pronto se convirtieron en blanco de los cazadores de héroes.Muchos jugadores buscaban ganar popularidad desafiándolos a peleas mano a mano.
Siempre salían victoriosos;eran la dupla perfecta. Y no bastó mas que eso para que Hernan se enamorara perdidamente de ella.
Loco de remate.No hace falta decir más.
Cierto día, Hernán cabalgó hasta unas antiguas ruinas, para encontrarse con su amada hechicera blanca. Habían acordado adentrarse en unas catacumbas recién descubiertas, para vencer al poderoso demonio que dormía dentro desde hacía  miles de años. Ella nunca llegó a la cita. Incluso después de cinco horas de espera, cuando el servidor se deshabilitó para un mantenimiento de rutina. Hernán siguió esperando. Se conectó cuando el juego estuvo actualizado y se sentó bajo un arco de piedra a esperar.
Y esperó y esperó. Esperó largas horas, y días. Sus mensajes no recibían respuesta. Dejó de lado las misiones y los duelos con otros guerreros. Vendió todas sus pertenencias y con eso pagó un costoso terreno de campos y corrales,donde se estableció. Cada tanto ofrecía objetos raros que guardaba con celo,a los circunstanciales viajantes, a cambio de información,pero jamás volvió a saber de ella. La siguió esperando mucho tiempo mas, olvidándose del objetivo del juego y aislándose de todo.
Loco sin cura alguna. Encerrado en el mundo real y también ahí dentro.Que locura.
Yo no era su amigo. Lo conocí a través de la pared que dividía nuestras casas. Escuchaba sus festejos e imprecaciones durante sus largas sesiones de juego y, no voy a engañarlos,sentí tanta curiosidad que practiqué un pequeño agujero por donde espiaba todos sus movimientos, que eran casi nulos.
No sé si estaba mas loco que él,por dedicarme a algo tan detestable como el voyeurismo,pero bueno...así sucedieron las cosas.
Cuando descubrí el motivo de su aflicción, me dediqué a investigar acerca del susodicho juego.Recorrí los cybers de la zona en busca de datos. Después amplié mi radio de búsqueda a toda la ciudad y a los foros de internet. En fin... El asunto es que,tras muchos meses de buscar, dí con el paradero de la hechicera blanca. Aunque usted no lo crea. Se llamaba Esteban y recientemente había ingresado a la facultad de Ingeniería donde casi de inmediato se puso de novio.Nunca mas volvió a jugar el juego y se dedicó de lleno al estudio y al sexo.
Tuve la loca tentación de ir corriendo y contarle todo a Hernan,pero no sabia como iba a reaccionar. ¿Qué le iba a decir ?¿que sabia todo porque lo espiaba desde mi agujero secreto en la pared?
Nada. No había nada que yo pudiera hacer para salvarlo de su demencia.
Un año y medio después de todo aquello,conocí a Felicia,mi actual pareja. Me sentí tan feliz cuando comenzamos a salir que me olvidé del pobre Hernan por un largo tiempo, hasta  una madrugada de Agosto en que,volviendo a casa, lo vi pasearse,bajo la lluvia, con su bolsa de comida de rotisería. Se veía fatal. Era un despojo humano arrastrándose lánguidamente. Y la culpa empezó a corroerme el alma.
Hoy Hernán está algo mejor.Lo veo un poco recuperado. No ha dejado de estar loco,pero al menos creo que se baña día por medio.
Yo,por mi lado, visito a Felicia casi todos los días y al regresar a casa, por la noche, me encierro en mi cuarto y enciendo la PC. Bajo al pueblo en mi alazán y después de haber comprado algunos víveres,visito al pelirrojo ermitaño, en su alejada cabaña. Le cuento historias acerca de cómo su nombre se esparció por todo el reino convirtiéndose en leyenda. Le hablo también sobre los rumores que recorren las tabernas y garitos....lo rumores del bajo mundo,que se refieren a cierta hechicera blanca perdida en la Cañada de los Condenados, y de la cual nadie volvió a saber. Pero quien,según las profecías, algún día habrá de retornar,en el momento en que los dioses despierten de su milenario letargo y, anunciando el ocaso de los tiempos,  rompan cada atadura de ese mundo.
Dos locos bebiendo un café ficticio,mientras charlan sobre amor verdadero."




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